domingo, noviembre 26, 2006

CRÍSTAL

Esa noche, Pedro e Ingrid se habían excitado tanto que se fueron. No es que la fiesta hubiese estado aburrida, sino que ellos, ya no querían continuar allí. Sus impulsos juveniles los estaban matando. Un par de salsas bien pegaditas los pusieron como la música manda.

Cerca había un hostal, no dejaban de tocarse durante el camino. Subieron al cuarto, y a penas ingresaron, Ingrid se prendió de Pedro, quien a su vez la tumbó contra la cama con la ropa todavía puesta. Ella empezó a subirle el polo, mientras él introducía sus manos dentro de la parte trasera del jean. No podía resistirlo más, se desnudaron, tiraron la ropa por allí, y hartos de tanto juego de saliva, se los bajaron con un poco de esfuerzo pero rápidamente para que el momento no se perdiese.

Le desabrochó el brassier con un solo dedo, como solía hacerlo en su casa, y dejó al descubierto esos pequeños senos que tanto le alucinaban. Ella se echó, él permaneció encima, besando entre sus senos, bordeándolos, mordiendo exquisitamente sus pezones; ella cerrando los ojos y sonriendo, mientras sus bragas seguían mojándose de conjunción labial. Se las bajó, rozaba sus caderas con aquellas yemas que siempre trataban de buscar el camino hacia la húmeda entrepierna.

Lamía su ombligo intentando no alocarse al percibir el delicioso aroma del sexo de su niña. Con sus dedos descendía el calzoncito, mientras introducía su lengua, entre sus muslos e iba subiendo hasta su clítoris, pasando por sus labios, los besaba, mordía y succionaba mientras ella pedía, con ligeras groserías, que no se detuviese jamás, sobre todo cuando sus dientes la atrapaban y ella movía sus caderas hacia la muerte, dando saltos alocados que mojaban su rostro por completo.

Cómo adoraba permanecer allí, podría haberse quedado toda la vida lamiendo su sexo, pero sabía que si continuaba, ella ya no tendría cabida para lo que le estaba pidiendo a gritos: que se le introdujese. Explotaban de excitación. Él estaba arrodillado entre sus piernas, bien erecto, ella mejor lubricada y con ansias de sentirse llena, lo acomodó atenazándolo con sus piernas, y él pudo bucear a fondo en su laguna vaginal preferida. Ella cerraba los ojos gimiendo entrecortada, él bajaba su cabeza. Ahora le tocaba a sus senos. Iba descendiendo hasta ir jugando entre ambos, con la mano derecha daba suaves masajes a la hermosa, suave y firme defensa de su flaca, y un dedito que se escapaba por allí; ella que subía su nivel de alucinación y se movía desesperada, mientras gritaba y gemía. Apoyó su cabeza en la pared y ahora a dos manos, las cuales bajaron por toda su espalda hasta sus nalgas conforme la penetraba, ella lo ahorcaba, y no iba dejarlo salir, lo quería de por vida en ese mismo lugar, al menos eso le gritaba en aquellos momento en que sus manos le masajeaban por detrás. Ella mordiendo lo que pudiese, gritando mucho, llorando más, cerrando los ojos, abriéndolos en blanco, deseándolo, pero sobre todo amándolo.

Y es que solo en aquella posición sentía amor. Si bien le producía demasiado placer, por la profundidad la hacía sentir suya. No era acariciar sus nalgas mientras la penetraba, sino dibujar una especie de abrazo en pleno acto, y eso aumentaba su excitación, ya que internamente se sentía protegida, que nada malo le podía pasar, que sus constantes peleas eran una tontería, que ni sabía por qué ocurrían, simplemente la penetración, los buenos orgasmos, la explosión que sentía cada vez que apretaba con su vagina ese amado pene que se anclaba hasta el fondo, su agotamiento, todo el cuerpo de ese niño-hombre que la protegía y la alimentaba. Ella dejó de moverse, se puso fría, ya se había embriagado de su liquidez.

La eyaculación de su semental llegó conjuntamente a su vigésimo tercer orgasmo, no es que los contara, pero eso suponía, porque sentía su cuerpo como en un limbo. No sabía si estaba echada en su cama o flotando sobre los dos, quizás había muerto sin siquiera percatarse, por lo menos habría muerto más de veinte veces.

Ambos estaban agotados, respirando muy rápido producto del susto post-orgásmico. Ella se volteó, levantó su pierna y lo envolvió, él extendió su brazo para retenerla. Se volvió a echar con las piernas cerradas, siempre mirándolo, ahora él la estaba cubriendo con las suyas -ámame una hora aunque me jodas el resto del día- esas palabras le hicieron recordar cuántos comentarios hirientes le propiciaba a diario -a veces pienso que solo somos sexo y nada más- Pedro no respondía. Ingrid se aferró a su pecho -las mujeres aunque a veces no lo parezcamos somos más delicadas que un cristal-

Pedro despertó de golpe. Se había quedado dormido, no sabe cuánto, sólo que cuando abrió los ojos toda la habitación mostraba una espesa neblina caliente. Se levantó de la cama y desnudo se dirigió al baño donde esperaba encontrarla. El denso vapor dificultaba su visión. Para cuando Pedro giró la llave, ya se había disipado un poco.

Allí permanecía Ingrid, pero no exactamente ella, lo que vio fue una brillante estatua de cristal que aún conservaba las gotas del agua provenientes de la ducha. Pedro no podía creer lo que sus ojos estaban observando, era una estatua de Ingrid, perfectamente flaca, como era, con sus pequeños senos erectos, su cabeza tirada hacia atrás mirando la regadera, y sus manos agarrando sus cabellos como si los hubiera estado masajeando con shampoo. En su rostro se podía vislumbrar una sonrisa placentera. Al ir bajando, su pequeño pero quebrado trasero lucía firme y parado, sus piernas, una delante de la otra, sus muslos y pantorrillas flacas sostenían su frágil y transparente monumento que irradiaba una luminosidad plateada.

Pedro estaba mudo de la impresión, miraba absorto aquella hermosa estatua de cristal en la que se había convertido su enamorada. Permaneció inmóvil frente a ella durante un rato muy prolongado. Lo único que había empezado a moverse de manera involuntaria era su miembro, el cual se fue erectando lentamente hasta rozar el tibio cristal.

jueves, noviembre 23, 2006

TODO ES PRECARIO
-Cómo que no quieres ser rockero-, -pero Viejo si yo quiero estudiar medicina-, -noooooo, ta bien, pero a la par con la música-, -pero es que me va a quitar tiempo y quiero darle prioridad a mis estudios pe Viejo-, -noooooooo-, -¿qué pasa Pa?-, -no ves que el ser rockero te va a abrir las puertas a todo, vas a poder viajar, tocar tú música, hacer videos, salir en la tele, ser entrevistado y que todo el mundo te conozca, ser famoso, tener una cuentaza en el banco, vestirte con la mejor ropa-, -a la moda-, -mejor que eso: TÚ SERÁS LA MODA, entrarás gratis a todos los clubes nocturnos por el simple hecho de ser tú, y chuparás gratis toda la noche porque te lo cargarán a tu ilimitada tarjeta de crédito, las flacas te buscarán, la gente te pedirá autógrafos, tocarás en los premios Mtv y luego te darán tu lengua, y agradecerás con ese clásico tonito Miraflorino; y en los Grammys y arrasarás con ellos, y dirás: "TE AMO PERÚ"-, -pero Viejo, yo no quiero ser asediado por las calles, pueden raptar a mis seres queridos, no podría ni comprar pan en al esquina-, -eso que lo hagan tus asistentes-, -ves, yo no quiero eso, yo quiero ser alguien tranquilo, con una chamba bacán, pasar mi tiempo en familia, con una esposa e hijos, trabajar y por las noches llegar y jugar con mis hijos, o ayudarlos a hacer sus tareas, pero todo tranki-, -noooooooooooooooooooooooo, ¿qué estás diciendo blasfemo?, no ves que esa es la vida mediocre que todos tienen, con el rock te reconocerán millones de personas alrededor del mundo, y cuando mueras te harán conciertos póstumos y tributos cada aniversario de tu muerte, ¿manyas?-, -pero yo sólo quiero que me recuerden mis hijos y nietos, ser orgullo para ti Papá-, -ya lo eres hijo, pero mejor si te vuelves rockero . . .-, -yo quiero ser médico, así tú no lo quieras-, -¡estás desafiándome!-, -NO, sólo estoy diciéndote lo que siento-, -o sea que tú crees que he gastado tanto tiempo y dinero pagándote escuelas de arte, música, literatura, pintura, para que seas un maldito hombre de ciencia, o sea que yo, hecho un baboso, pensando que mi hijo sería alguien de bien para el arte, que terminaría inmolándose por ello, y sobre todo que SU VIEJO LE IBA A APOYAR EN EL ARTE QUE ÉL ELIGIESE (si es la música mejor), quiere estudiar en una universidad: medicina, pero hijo tú tocas la guitarra que da miedo, tienes unos poemas alucinantes que has hecho canciones, tus dibujos están bravazos, ¿en dónde está ese niño creativo del que me ufanaba ante mis amigos?, hijo no te pierdas estudiando una carrera que a la larga te va a traer tantas penurias, ¿no ves cuántos jóvenes quisieran que sus viejos los apoyasen en su carrera artística?, y se quedan en el camino, porque los quieren mandar a la universidad, lugar donde merman su creatividad, parametrándolos en el común denominador de la masa ignorante, ¿es ahí dónde quieres ir?, yo lo sé, porque yo he estudiado en la universidad, y es un lugar horrible, donde matan tu afán por ser creativo y espontáneo, intentan hacer de ti un “investigador”, por favor hijo, los que enseñan en la universidad, o mejor dicho los que “enseñan”, no son los que saben, son los que no pudieron, no lograron ser algo más que un profesor, enseñar, cualquier imbécil que se lea una lección el día anterior lo puede hacer, peor aún, ni siquiera se podría llamar a eso: “enseñar”, los muy pendejos, se la pasan sentados esperando que uno se equivoque en la exposición, y así la hayas hecho de la puta mare, te buscan la sin razón sólo para joderte, y malograrte el día, porque según ellos: “son perfectos” (sólo porque se han leído un par de libros que nadie entiende y han hecho otro par de ensayos o tesis que nunca nadie irá a leer) ves-, -padre, yo lo voy a lograr, sólo confía en mí-, -hijo, yo lo logré, a regañadientes pero-, -sí Padre, lo sé, pero debo de seguir lo que mi instinto quiere, lo que realmente quiero ser, no lo que tú me mandes a ser-, -Pucha, pero ser rockero es la voz pe hijo-, -lo sé Padre, pero no para mí-

Y diciendo esto él se alejo, veía como caminaba rumbo al horizonte; y se perdía, ya lejos de mi vista. Mi hijo, era un hombre, ya había tomado sus propias decisiones, yo no podría hacer nada, él estaba fuera de mi alcance, mejor dejarlo así, que fuera feliz en lo que había elegido

Luego de un rato de quedarme parado como imbécil en el pasadizo, salió del baño –Ah Viejo me olvidaba, la mensualidad de la Universidad son 1000 lukas al mes-
todo es precario . . . conchetu . . . conchetu . . . conchetumadreee . . .
gracias Rafo Ráez
DEDICADO A TODOS LOS MÚSICOS DE ALMA, CORAZÓN Y VIDA EN SU DÍA PE: 22-11-06

martes, noviembre 21, 2006

I LOOK AT THE WORLD . . .
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Cada vez que escucho los primeros acordes de While my guitar gently weeps de The Beatles, la voz de George Harrison, la guitarra de Eric Clapton (invitado especial) y simplemente los 4 grandes de Liverpool, no puedo olvidar la vez en que vi por primera, única y última vez (hasta ahora, no lo sé) la ceremonia del Oscar de manera completa con mi padre.

Sí, fue la del año 2002, la que premia a las mejores películas del 2001; y sin duda alguna, la mejor ceremonia que he podido apreciar en mi vida. Entre otras presentaciones, la performance del cirque du soleil, dejó impactado a la audiencia al rededor del mundo (en vivo debe de haber sido estupendo) mención aparte se merece el cirque du soleil, quiénes bajo la producción de George Martin han editado este año el álbum "Love" para su show de Las Vegas en base a temas de The Beatles, es excelente. Sin embargo lo que llamó mi entera atención, y no sólo a mí, a mi viejo también, fue cuando llegaron a la sección In Memorian, esa donde hacen remembranza de la gente que de una u otra manera estuvo vinculada con el séptimo arte y ahora debe de encontrarse en otras percepciones.

Bueno, uno de ellos es George Harrison, recuerdo que fueron sólo unos segundos en que pasaron el estribillo más conocido de While my guitar gently weeps y bastó para que el corazón de todos los beatlemaniacos estallase y aplaudiese el breve tributo de la academia para con el Beatle místico, y generalizo “todos” porque se pudo escuchar la emoción con que la gente aplaudió en el teatro y seguro que todos los que estuvieron atentos a la ceremonia, lo hicieron también.

En mi casa, toda mi familia es beatlemaniaca gracias a mi viejo (adoramos todo lo que es Beatles, y sus temas caletas, mucho más). Nosotros presenciamos el momento, mi hermana y yo seguimos al viejo en su emoción, no recuerdo haber visto a mi padre así antes, esa manera de gritar: “!Bravo!” y aplaudir emocionado, nosotros de seguirlo en su júbilo, el que también sentíamos como nuestro, mejor aún con ese tema tan hermoso, y justo la magnífica interpretación en falsete de la parte que hace que no sólo su guitarra llore suavemente, sino nuestros corazones al recordar que George, el experimental, ya no podrá volver a tañer más su guitarra y/o su sítara más que en el recuerdo.

Por supuesto, sólo me refiero a poder apreciarlo en vivo, ya que sin duda alguna él está vivo, al igual que John. Vive cada vez que ponemos algún tema de los Beatles o de su época solista (se asustarían) esa es la manera más fácil de asegurarnos que él seguirá existiendo, porque podrá haber fallecido para la materia, pero para el espíritu, que es música y poesía, jamás (y eso sí que lo sabía él).
Es curioso que traiga a colación el recuerdo de mi padre (él está vivo por siaka, tovía) cada vez que tenga que hablar de los Beatles y en especial de George, y también recuerdo lo que un amigo me dijera hace un tiempo: "oe tío, tu viejo tiene un aire a George" y más cuando le enseñé unas fotos de su juventud -ponle una guitarra y la hace tío-

El 29 de Noviembre del 2006, conmemoramos 5 años en que George Harrison, el Beatle mejor vestido, el que salía con las modelos más bellas, el precursor de la música electrónica, el típico "10" (el creativo que deja que otros se hagan famosos), el activista, el que escondía hashís en sus botas; y sobre todo el más joven de los 4, partiera a encontrarse con John y tocar algo para el Sweet Lord que gustoso los debe de tener por allá, si es que están por allá. . . si es así, si que debe de ser un verdadero paraíso.
DIMENSIÓN

Karen subió al micro, hacía rato que quería largarse a casa, a alguna casa, para encontrar . . . bueno, no encontraría nada interesante, salvo que tenía trabajos por terminar y ver cómo haría para descansar un poco entre la diske-música-punk puesta por su hermana menor en la computadora y los gemidos de su otra hermana haciéndolo con el arriola de su enamorado.

¿Quería realmente retornar a esa casa? Sus padres trabajaban en el extranjero, ellas tres vivían solas desde hacía tres años. No se hablaban a menos que fuera para gritarse y empezar una bronca más; se odiaban o sea nada fuera de lo común ¿Qué le quedaba? Seguirían siendo hermanas para siempre, a menos que su deseo más preciado se cumpliera: Largarse pronto de allí.

Karen continuaba en el micro apestoso donde no habían puesto música tan mala, felizmente el cobrador o el chofer no estaban tan ubicados dentro del común-denominador cultural de su gremio y habían sintonizado Z, de este modo, en el micro de regreso, podría pasear sus oídos con alguno de esos veintiúnicos temas ochenteros de la única radio pasable (y esto es) que sonaba en Trujillo.

Sweetness, sweetness I was only jokin’ When I said I'd like to smash every tooth in your head[1] . . . ¿Por qué me habré colocado tan detrás? ya empieza a subir más gente . . . ta mare, no, cómo me llega eso de frotarme con todos para escapar de este sitio de mierda, aunque la música no está tan mala, pucha ¿cuál es el afán de subir más gente, si todavía estamos en la ciudad?, ¿habla vas?, ¿habla vas?, ¿Acaso te ha dicho que quiere ir?, ¿te ha hecho alguna seña? o ¿es que piensas que al ver tu asqueroso rostro, todas van a querer subir al micro así las lleve al otro extremo de la ciudad solo por la dicha de pasar el rato contigo?

¿Y este pata?, ¿qué está leyendo? . . . Mario Bunge . . . debe de ser cachimbo, siempre les hacen leer eso ¿qué estará estudiando? se nota chancón, debe de ser de esos tipos que memorizan, hablan y no entienden ni lo que exponen ¿en dónde bajará?, ¿y a mí qué me importa donde baje? Quiero sentarme, aunque he estado sentada toda la mañana, y en la tarde también, entonces quiero dormir ¿qué tanta bulla hacen este par? -oe sí tío, te digo que ése won hace dos semanas que sigue sentado-, -¿en el mismo lugar?, ¿y no va al baño?-

Karen llevaba su mochila en la espalda. No le importaba si le llegaban a abrir algún cierre ya que nunca cargaba nada importante, al menos eso creía: una botella de agua sin gas, una bolsa de bizcochos y un libro de Steinbeck.

Ella trataba de aislarse de la bulla, los malos olores y las miradas indiscretas que sabía se dirigían a su jean al cuete (y no solo las miradas). Cerró los ojos unos segundos ¿por qué no se podrán cerrar los oídos cuando uno no quiere escuchar nada?, ¿y la nariz a los malos olores? Como si cerrando los ojos se solucionara, no creo que pudiera cerrar mis fosas nasales sin morir ¿y si lo intento?

La gente subiendo y bajando alteraba sus nervios, junto con la puerta abierta de golpe, el micro acelerando, los colegiales rozándola intencionalmente, el cobrador y sus sabias exhortaciones -a ver apéguese bien . . . al fondo hay sitio . . . pie de derecho . . . dale que no hay tombo . . . a ver pasaje, pasaje pe conchesumare . . .- hasta que en el mismo instante que el micro iba volteando de la avenida España hacia Unión y se acercaba a la Iglesia, previa recargada de gente, y Karen reabría sus párpados, durante esos segundos, todo pareció cambiar.

Nadie se percató hasta que el chofer detuvo el micro de golpe sacando de su estupor a los pasajeros, quienes centraron su mirada en el exterior -pero esto no es Trujillo ¿di?-, -¿en dónde estamos, ah?-, -tranquilos, debe de ser un momento-, -¡Qué momento mierda!, ¡No ves que esto no es Trujillo!- en realidad, podría serlo, nada comprobaba lo contrario.

Los niños entraron en pánico, nadie comprendía lo que había pasado. Por qué la ciudad había desaparecido y por qué ahora transitaban en aquel terreno descampado. Sin árboles, agua u otros seres humanos; ni siquiera luna o sol. No era de noche ni de día, pero todo el lugar estaba iluminado por una claridad vespertina. Sabían que caminaban sobre tierra, o mas bien parecía que pisaban el suelo de tartán de una pista atlética -debemos de organizarnos-, -no, no, primero quiero saber ¡En dónde estamos!-, -eso mismo quisiera preguntarte-, -pero, pero, no es posible, voy a hacer una llamada . . . a ver, a ver, no, NO ¡NO!- el hombre presionó todos los botones -¡¿Alguien tiene crédito?!-

Karen los miraba en completo mutismo -tengo que avisar a mi familia, debo de comunicarles dónde estoy-, -¿pero cómo?-, -yo también tengo familia-, -yo tengo una reunión de trabajo muy importante-, -mi flaca debe de estar esperándome, putamare, ahora sí que se va a asar- abrió su mochila y se sentó a leer alejada del resto y sus problemas.

La gente seguía discutiendo, los niños llorando, los jóvenes buscaban las posibles causas de lo sucedido, pero Karen seguía entretenida con la clásica ironía moral Stenbeckiana -señorita ¿qué está haciendo?- Karen levantó la mirada -¿estoy leyendo?-, -venga que estamos discutiendo sobre cómo hacer para salir de aquí- pero yo no quiero salir, me gusta este sitio, si no fuera porque tengo que compartirlo con ustedes, seres humanos desesperantes, sería perfecto, pero en fin -apóyenos-

Introdujo la novela en su mochila y se vio obligada a atenderlos -hagamos una expedición para encontrar una salida ¿no creen?-, -sí, quizás hayan más personas a la redonda-, -¿y si no hay nadie?-, -¿y la comida?, ¿el agua?, ¿alguien tiene un poco?- Karen odiaba cuando eso sucedía, le llegaba prestar sus cosas y sobre todo que la gente sea tan conchuda de no estar preparada para cuando su micro atravesara un portal hacia otra dimensión.

Sacó su botella de agua, bebió un poco y se lo pasó a la señora que preguntaba por la comida -flakita, luego me pasas a mí pe-, -no, yo primero-, -no ¡Yo!-, -¡Calla huevonazo!-, -¡A quién chucha callas conchatumare que por tu culpa estamos acá!-, -¡Por mi culpa! Mierda, yo solo conducía, si tú . . . -, -¿Conducía? si te hubieses ganado, si tan solo-, -¡CÁLMENSE! no es momento para discusiones sin sentido, debemos hacer algo y rápido-, -¿y los niños? ellos van a sufrir la falta de alimentos y comida- Karen metió instintivamente la mano en su mochila y sacó otra botella -¿flakita tendrás otra?-, -sí, toma- mentía -pero flakita ¿no te quedarás sin nada?-, -para nada mi mochila es la despensa de la tercera dimensión- lo dijo con su natural sarcasmo, pero cada vez que metía la mano en su mochila, sacaba otra botella, y toda la gente empezó a pedirle agua hasta írsele encima. Entonces Karen dejó la mochila donde estaba y se alejó porque odiaba cualquier contacto con desconocidos -¡CALMA!, ¡CALMA!, ¡Más respeto con la muchacha, Carajo!- uno de los tipos, el que tenía ahora la mochila, metió su mano y no encontró nada -esto está vacío-, -seguro que funciona con la mano de la flaca-, -a ver señorita ¿podría hacernos el favor?- sacó otra botella y de paso los bizcochos que había comprado -gracias señorita-, -pero díganos ¿cuál es su nombre?-, -flor-, -¿flor?-, -Flor a Secas- Karen recordó cuando su enamorado le dijo que aquella fue la parte que más le había gustado de esa novela de Bryce. No dudó en llamarse así en su memoria. Al final de cuentas, qué importaba un nombre en aquel lugar.

-Yastá, hemos preparado la expedición, nos iremos a investigar si hay agua, comida, animales, civilización-, -o estamos realmente jodidos-, -eso mismo-

Al menos no tendría problemas, solo quería leer un poco y descansar. Cuando quiso ver la hora, las manecillas no se movían -lo mismo me pasó, y a los demás también con sus relojes y celulares- era el chico que había estado leyendo a Bunge en el micro -este sitio es bien raro, pero al menos tenemos comida y fruta, no sé hasta cuando pero de mi mochila salen manzanas-, -¿cómo te llamas?-, -Juan Manuel Carpio-

A ella no le importó si era o no su verdadero nombre. La pasaron platicando sobre literatura, música, cine -no sé en dónde nos encontramos, pero no puede ser más jodido que el otro mundo, ése de donde venimos- por fin tenía con quien conversar, alguien que no viviera para preguntar: ¡Cómo carajo vamos a salir de aquí! -Flor ¿no te ha pasado esto? Hace un rato terminé de leer a Bunge, en realidad me aburrió y lo guardé en mi mochila pensando en ¿por qué no había traído ese libro de Capote que estaba leyendo en casa?-, -¿cuál de todos?-, -A sangre fría-, -ah, chévere ¿viste la película?-, -no, todavía, quiero leer el libro y de allí comprarla-, -¿y qué pasa con Capote?-, -que en cuanto me hice de la idea que no pasaba nada, veo mi mochila, saco un libro-, -¿A sangre fría?-, -¡Sí!-, -Manya, a ver voy a sacar un libro que nunca haya podido leer, bueno conseguir . . .-, -¿Ulises?- El grito de alegría que lanzó la pareja, llamó la atención de las señoras y sus hijos, quienes pensaron que ya se habían vuelto locos.

Nadie los iba a entender, y no esperaban que lo hicieran. Pasaban leyendo las horas, los días o el tiempo fuese, al final de cuentas, éste no existía. Tampoco dormían o sentían cansancio, lo cual es formidable para cualquier bibliófilo. Quienes sí estaban cansados y desesperados eran los demás, los hombres y las mujeres adultas, los cuales seguían ideando planes de fuga, y sentían los estragos de todo este sin sentido, aunque no envejecían.

Luego comprobaron que no necesitaban comer o beber porque tampoco tenían ni hambre ni sed. Los niños jugaban entre ellos y al terminar, iban donde Flor a Secas (Karen) y Juan Manuel Carpio (¿…?) a curiosear -¿qué leen?- La pareja se mandaba con historias de Saramago, Kundera, Hesse o Camus, entonces los niños llamaban a sus madres y se sentaban en círculo.

Los hombres seguían yendo, viniendo y nunca encontraban la salida; menos comunicación, civilización, vegetación, nada. Andaban exasperados ideando la manera de escapar para no alocarse. Otros pensaban en sus empresas, sus trabajos, sus estudios, todo lo que habían dejado atrás, los demás se lamentaban por haber subido a ese micro maldito -¡Yo sabía que estaba muy lleno!-

Los que no contaban, o sea los niños, continuaban escuchando a la pareja Bryce. Hasta que quisieron leer por cuenta propia, y ésta les pareció la propuesta más interesante que habían escuchado durante su estadía en aquella extraña dimensión.

Uno de los realizadores de la primera expedición (habían sido más de cincuenta) optó por cortarse las venas con su navaja suiza, pero no logró nada, solo se abrió la piel e instantáneamente cicatrizó -es inútil, el chofer intentó romperse la cabeza contra las lunas del bus-, -¿y qué pasó?-, -lo mismo que a ti, se cortó, sangró, pero rápidamente los vidrios regresaron a formar la luna y sus heridas se cerraron-, -debe haber una forma-, -no lo creo-, -quisiera ver televisión, tomar cerveza, fumar-, -eso es imposible-, -¿cómo?-, -ya intentamos que la chica-, -Flor a secas-, -sí, ella, le pedimos que lo hiciera, pero solo salía jugo de frutas o chicha morada, nada de alcohol-, -sin huevadas esto debe ser peor que el infierno-, -o quizás lo es . . . y nosotros no nos queremos dar cuenta-

. . . And now I know how Joan of Arc felt, Now I know how Joan of Arc felt, as the flames rose to her roman nose and her hearing aid started to melt . . .[2]

[1] The Smiths. Bigmouth strikes again. The queen is dead. 1986
[2] Idem.

martes, noviembre 14, 2006

SENTADO

Ellos seguían lateando sin destino a la universidad. Él no tenía clases, ella sí, pero Arturo debía hacer hora hasta recogerla. Cuando se vio solo, optó por caminar un rato. Lamentablemente no tenía libro alguno a la mano para aprovechar y perder el tiempo en la espera.

Se fue a sentar en una de las bancas de aquella plazuela entre la facultad de Económicas y Derecho, cerca de unos árboles donde la leyenda cuenta que una chica se colgó. Entonces se inclinó por aquella banca libre, y le gustó no solo porque lo estuviese, sino porque la de enfrente compartía la misma cualidad.

Descansó un rato, quedándose mirándolas y pensando de igual manera, como cuando se está tan cansado que ni la siesta no cierra los ojos.

Lo que más le gustaba de aquella vista, era que nunca antes había podido apreciarla. La banca estaba situada entre dos tipos de plantas: un arbolito de flores lilas (detrás) y una verde, media marchita (al lado).

Seguía contemplando a la banca y sus dos amigas plantas cuando unos compañeros de su antiguo salón quisieron devolverle al apestoso mundo real. Esperaban que les saludase, sin embargo ni se inmutó mientras se alejaban.

Ellos no eran los únicos que pasaban: una multitud de mujeres, hombres, adolescentes, profesores, colegiales, pre-universitarios, personal de servicio caminaban por ahí. Ninguno se percataba que estaba sentado frente a su camino. Él solo quería seguir con sus pupilas dilatadas observando aquella banca con sus dos amigas plantas; y habría de permanecer allí cuanto tiempo fuese posible.

Arturo pasó la noche entera frente a la banca y sus dos amigas plantas.

A la mañana siguiente, seguía moviéndose sin hacer nada. Eran las siete. La muchedumbre volvió a pasar por su delante, sin reparar en aquel tipo de casaca azul y pantalón más azul que había pernoctado sentado a la intemperie con los ojos abiertos.

Los estudiantes seguían su camino. Nadie había percibido al joven de la mirada clavada en su desinterés. Ellos tenían mucho que hacer antes de preocuparse por aquel -vago que no sabe que el tiempo es valioso como para perderlo sentado mirando sabe Dios qué-

A media mañana, se le acercó una chica. Había realizado una apuesta con sus amigas y no paraba de reírse. Esta consistía en joder a ese huevón que estaba sentado allí sin inmutarse -debe de estar drogado- Arturo hacía caso omiso a la bulla que emitían las cuatro chicas peruanas. Entonces, la seleccionada, se le acercó entre risas -amigo ¿te puedo hacer una pregunta?- Arturo no volteó -te pregunto que ¿qué tienes ahhh? . . . ¿amigo? . . . ¿no me escu . . .?- cuando las vio, sus ojos irradiaron una luz orgásmica, no tardó en caer sentada, mirando aquella banca y sus dos amigas plantas.

Lo mismo sucedió con su grupo de amigas, quienes no necesitaron más que ver aquello señalado por la pareja en su perplejidad para comprender lo que jamás habían estado esperando. Los siguieron en la contemplación.

La gente empezó a sentir mucha curiosidad por aquel grupo de jóvenes que miraban hacia algo que ellos no podían comprender. En un comienzo únicamente echaban un vistazo y seguían su camino; luego vinieron más y más sapos ¡Croac! llamados por la muchedumbre. Un profesor trajo a un guachimán para disiparlos. Empero, nadie se movió de donde estaba Arturo y las muchachas. El profesor y el guachimán no sabían cómo actuar al respecto -hijo ¿qué sucede?, ¿por qué no te vas a tu casa?, ¿tienes problemas?- no necesitó más que voltear la mirada para poner su trasero en el sucio y plomo piso.

La gente sintió miedo, así que algunos prefirieron largarse. Otros se quedaron para tratar de descifrar el enigma. Solo unos lo lograron, entre ellos el guachimán.

Al otro día, ya eran como quince personas las que estaban sentadas sin contar a Arturo. Las madres de las chicas acompañaban absortas a sus hijas. Era algo sin precedentes, todos con caras idas, observando la banca y sus dos amigas plantas. Se acercaban conjuntos con guitarras a interpretar temas alusivos, porque pensaban que existía mucho misticismo en aquel grupo de personas de ojos imparpadeantes sentadas en la mitad de la plaza de su universidad.

-¿Ése de allí fue el primero?, ¿quién es, ah?-, -los Beatlemaniacos le llaman Nowhere Man-, -los trovadores, El hombre que quería ser un árbol-, -¿y cómo le dicen los demás?-, -pobre y triste huevón- como había mucha gente y obviamente música en rededor, tampoco escasearon los vendedores de papitas, golosinas, chicles, cigarrillos, caramelos, toffee, menta y fósforos. La infaltable prensa dijo presente, y en plena transmisión en vivo para todo el país, no se explicaron por qué el camarógrafo empezó a enfocar a la banca y sus amigas las plantas.

A pesar de aquel tan obvio suceso, los espectadores no daban con la causa de tanta contemplación. Así que de a pocos los dejaron tranquilos y se retiraron, incluyendo a quienes, si bien se sentaron voluntariamente y lo intentaron, no lograron nada más que un doloroso adormecimiento de nalgas.

Nunca hablaban ni se movían, siempre observaban a la banca y a sus dos amigas plantas. A las 3 semanas eran treinta y cuatro personas, sin contar a Arturo. Había de todo tipo: rico, pobres, enfermos, sano, profesionales, estudiantes, hombres, mujeres, homosexual, comunistas, empleada del hogar, poeta, matemáticos e historiador. Unidos frente a su goce estático.

La única diferencia era que para aquel entonces, ya a nadie les interesaba, los tomaban como una noticia pasada y aburrida. Se había tornado tedioso verlos todos los días paralizados frente a lo incomprensible -¿y qué te parece?-, -la vida continúa, si te llama, anda, sino, bueno, siempre hay otras cosas para hacer ¿no?-, -¿como vivir?-, -sí, eso mismo, y estudiar y trabajar-, -ah, tú también vives en el mundo real-

Llegado el momento, ninguno de los cuarenta sentados volteó la vista hacia Arturo cuando éste se iba desvaneciendo, pero de a pocos, como si demorase en cargar, hasta que únicamente quedó la banca en donde solo él y nadie más que él, se había sentado durante aquel lapso.

Ellos seguían admirando a la banca y sus dos amigas plantas . . .

domingo, noviembre 12, 2006

LOS CAPÍTULOS OLVIDADOS DE "SHE IS"
Recuerdo la primera vez que le canté algo propio, y claro algo que no tuviese groserías o el típico argot teenager. Estábamos en el techo de su casa, mirando a la gente que salía llorando del hospital, algunos por muerte otros por vida, cuando empecé a tañer unos acordes muy a lo Travis, y desde el fondo de mi garganta Carmela, interpreté alguna cursilería que no valdría la pena colocar porque ni estaba en inglés, ni era un cover de temas antiguos en la memorable voz del F. Lo curioso pasó cuando, no sé ni cómo, ni porqué, ella, de estar mirando a la gente, tornó a moverse de una manera tan sensual que podría haber utilizado capo traste en aquella canción, y todo gracias a que la segunda estrofa en vez de ser la aburrida continuación de la primera y su coro, terminó transformándose en un reggae-skaneado de letra pegajosa –me gusta esa canción- vaya recién en la parte improvisada me dices algo, y de allí volvió a su coro normal, fusión de balada: post-grunge / brit-pop / noventera.

Cuando ella se me acercó muy estimulada por la música, ah “Otaner”, tú si que la sacas de su árbol, me dio un largo y apasionado beso, el cual retribuí choteando a mi buena y fiel compañera en la soledad, no, mi mano no, mi guitarra pe tío –me gustó mucho esa canción-, -¿y eso?-, -es por ser así de lindo, no dirás mucho directamente, eres tímido, lo sabes, todos los músicos lo son, tus sentimientos te los guardas para tus canciones, y eso, eso vale más que mil poco-floros- wau, Ay mi Carmen tú sí que me conocías a la perfección y le dije sonriendo –eres una m. . . -, -soy una mierda, pero ¡cómo haces que esta mierda se tiemple cada día!- My, my baby blue, Yeah, I've been thinking 'bout u, My, my baby blue, Yeah, you're so jaded, And I'm the one that jaded u

-Oe Carmen tienes algo para el chukake-, -en el cajón de mi cómoda creo que debe de haber-, -a ver- wazu cuántas pastillas, puta mare, ta qué pepera es esta ona, pucha, noo, a ver, a ver, no jodas, Diazepam, Valium, Diazepam, Valium, Valium, Diazepam, ¿Prozac? y de la wena ¿qué pasa aquí a ver? –óooyeeme mamita- le agarré de la muñeca -¿qué tienes oe? duele-, -¿qué chucha es esto?-, -mis pastillas ¿qué mierda haces buscando mis cosas?-, -no he estado buscando nada, sólo quería unas aspirinas pero ¿de qué se trata todo esto?-, -déjalas donde estaban ya-, -ah, no mamita, no pasa nada ¡me das toda esta mierda, ahoraa!-, -¡suelta mierda!- la empujé contra su cama –¡maricón!, ¡quién chucha te crees oe, no eres mi viejo!-, –¡estás webona!, ¡no ves que esta webada te caga el checo!- seguía en su cama mirándome con odio –¡DE-JA-MIS-CO-SAS!- gritó exasperada –flakita, es por tu propio bien- empecé a meter todas las cajas en mi mochila, excepto claro las anticonceptivas, y las del día siguiente y mis Durex ¿oe qué? yo no compré ribbed –no me jodas- se puso como histérica y forcejeó para quitarme la mochila, y al hacerlo se iban cayendo todas de a pocos –¡dame mis pastillas!- se había puesto como loca –¿sabes qué?, ¡VETE A LA MIERDA! no sabes que esa webada es la que te pone como zombie, cada mañana, ¡cojuda! no ves que no me gusta verte así ¡como una drogadicta de mierda!-, -¡cálla huevonazo que tú no entiendes nada!-, -no ¡tú no entiendes nada pendeja! no sé quién chucha te ha dicho que esa webada es la solución- me miró con odio y me arranchó la mochila –todos tenemos problemas manyas pero-, -puta ¿tú qué sabes huevón?-, -sé tanto como para decírtelo-, -calla mierda, tremendo fumón y me vienes a decir que no me drogue-, -la marihuana es tranki, con esa webada no pasa nada-, -ay sí, acaso yo me meto con tus gustos-, -mierda que no sabes que esa webada son químicos, que la marihuana es nátural, puta que tú eres la ignorante de mierda que no sabe nada, puta mare ¡no quiero volver a ver esas cojudeces por acá!- cogí un puñado de pastillas y las tiré por la ventana –¡me entendiste mierda!-, –nooo, nooooo- salió corriendo para intentar alcanzarlas, pero la contuve por la cintura –¿qué mierda haces?- nos caímos al piso –tú no entiendes, tú no entiendes nada mi “Otaner”, no entiendes nada- me golpeaba hasta cansarse y abrazarme llorando –te entiendo y sé que pasa- me miró con sus ojos hinchados -no, no lo sabes, no sabes nada- . . . I'm not afraid, of anything in this world, there's nothing you can throw at me, that I haven't already heard, I'm just trying to find, a decent melody, a song that I can sing, in my own company . . .

-Oe flaca, ese 'on del Javier me ha dicho pa ir al tono del “Chato-mario”-, -¿y quién chucha es ese ’on?-, -El Javier pe-, -no mierda, hablo de ese “Chato” maricón-, -“Chato-mario”-, -igual da-, -es un chato, que sí es medio cabro, pero buena gente, para qué el pata, el chatito-, -tiene plata ¿di?-, -seee-, -sangrones de mierda-, -ja, ja, ja-, -si no tuviera plata, lo discriminarían seguro, porque tú y el Javier, son unos tremendos . . .-, -oe, bah, bah, bah ¿no era que te gustaba ese ‘on?-, -ojo que una cosa es que me guste, su físico, su floro, pero de allí, a más, me parece un pobre y triste imbécil, es más creído-, -bueno eso sí, y veo que recapacitaste, pero no me vas a negar que es un cague de risa-, -ah no eso ni hablar, ahora tú lo defiendes- hice como si no hubiera escuchado eso -puta que te contó de la vez que lo encerramos al auxiliar en el ñoba con candado-, -ahh, si, si, ja, ja, ja, que wina-, -y esa fue idea suya, ah, o cuando nos orinamos en la jarra de chop que iba pa los de quinto- luego más seria -¿y nadie se ha burlado de él?-, -no, que yo sepa, ese ‘on lo haría desaparecer del planeta- See myself in the pouring home, see the light come over now, see myself in the, pouring rain, I watch hope come over me -sólo déjame jugar y verás- . . . yeah, yeah, here we are now, going to the east side, I pick up my friends and we start to ride, ride all night, we ride all day, some may come and some may stay . . .

Recuerdo la vez en que Carmen me invitara a comer a su casa, y su vieja me mandó a comprar la lechuga (de la cual, no tenía la menor idea de cómo era cuando estaba buena o no, y maldije la hora en que no presté atención a mis viejos quienes me comentaron que tu tío, o sea mi hermano hacía el mercado con tu abuela, la tuya, y por eso él sabe elegir muy bien, y no le pueden engañar) el caso es que compré cualquier porquería verde, al fin y al cabo, yo no solía comer lechuga, algo que se convirtió alguna vez en una bendición ya que fui el único de mi familia que no se intoxicó, una vez que la empleada lavó mal la susodicha para la ensalada, al menos yo no terminé ocupando el baño más que las veces regulares –de entrada, su Ocopa-, -wazu gracias- carajo qué mierda esta cosa verde . . . ¡cómo pica esta webada! ta mare odio el picante –joven ¿le gusta la Ocopa a usted?-, -oh, sí claro, si está deliciosa, por su puesto ¡qué rico!-, -Renato, la he preparado yo-, -oh sí, deliciosa como tú-, -¿cómo dice joven?-, -no, que me como sus cabellos, digo como sus cabellos-, -¿cómo?- sabroso, je, je, je -digo- mierda la estoy cagando, ta mare –eso sí, no hay lechuga-, -disculpe señora es que no sabía cómo . . .-, -no te preocupes hijo, de los errores se aprende- si pues espero que su hija aprenda pronto a medir el nivel de rocoto, pa mí que lo ha hecho con segunda la vivaza –¿y te gusta? pero de verdad, ah- puta pero que pendeja es esta 'ona carajo –no, sí, ta bien rico-, -a ya porque en el segundo también he intervenido yo- nooooo, por favor, NO, bueno, pero mientras no le hayas echado Campeón en vez de pimienta . . . una de dos, si esta flaca no me revienta la próstata, me caga el hígado. Al final de cuentas el cabrito, no estuvo tan mal –si quiere puede repetir joven-, -no, gracias, señora ha estado muy rico- y luego –ahora de postre un poco de frutas para atenuar las grasas- azu mare ¿postre? -ya, no, gracias, paso- ta que me han visto o muy flaco o muy gordo, no sé, espero que lo primero -hay hijos, yo los dejo, porque tengo una reunión en el colegio, cuidas a tu hermanita, ya-, -sí mamá-, -se quedan al cuidado de la casa, bueno chau-

Ahora sí más relajado –mira he traído unos videos-, -espera que traigo unas naranjas- nos sentamos a ver el concierto de Eminem, ella trajo un par, muy aparte de los limones –oe y el plato-, -¿plato? ja, ja, ja, no me digas que también quieres un cuchillo-, -si-, -yo lo como así nomás- y con sus caninos empezó a desnudar a la naranja-naranja –¿no te pica?-, -no, a ver espera, que le traigo su cuchillito y tenedor a la señorita nice-, -no me jodas, sino que luego me pican los labios y aparte no me gusta enmelarme todo-, -ay sí tú- respondió a mis exigencias y empecé a partir la naranja en 4/4, mientras escuchaba toda la joda que me hacía –si te viera Eminem, apuesto que improvisaría algo que te dejaría en más ridículo del que ya estás- viéndolo desde este punto, sí. Lo peor, o quizás lo mejor, es que no pude evitar que una avalancha de gotas empapase mi cuello –caaraajo, esta naranja- situación que a Carmen no le fue indiferente, pensaba que se iba a burlar, pero se acercó a mí, me agarró de los cabellos, dirigió mi cabeza hacia el techo y empezó a lamer por todo mi cuello, qué rico se sentía el ser acariciado por esa lengua dantesca, que describía esos singulares círculos concéntricos que hacían bombear sangre rumbo a mi entre pierna, de pronto se detuvo, me miró con su ya conocida sonrisa, se levantó el polo, me mostró sus hermosos senos, y fue chorreando su naranja por su par de cerritos, me arrodillé entre sus piernas y me abalancé sobre ellos; dejé que mi instinto fluya, qué delicia la de mezclar zumo de naranja con su sudor, y sí que tenía razón Dios: “comerás el pan con el sudor de tu frente”, pero no comí pan sino de la fruta prohibida, y no del sudor de la frente, aunque sí del frente, y qué ingeniosa mi flakita, ahí en su mueble, donde las primeras acciones se suscitan, le subí el vestido y le bajé el calzoncito de osito panda, mi lengua salió a bailar entre sus piernas, y yo sentir sus manos arañando mi cuero cabelludo, sus gemidos gregorianos, y cuando ella me lo pidiese, mi falo siempre ávido por jugar a las escondidas dentro de su cuerpo, -ya, ahora- era el turno para que mi cabeza juegue con esos, sus labios, y ella me ahorque con su ligereza rosada, no me permitiera salir jamás –ni se te ocurra, no, no, no, si, si, siiiiaa, te-mmo- mientras mis labios seguían succionando sus dos hitos sobre dos suaves lomas y blancas, y mis manos masajeando y dirigiendo su parte trasera al ritmo de, de, de, ehh. . . And I am, whatever you say I am, If I wasn't, then why would I say I am?, In the paper, the news everyday I am, Radio won't even play my jam, Cause I am, whatever you, say I am, If I wasn't, then why would I say I am?, In the paper, the news, everyday I am, I don't know it's just the way I am . . .

One night in a disco, chillin' with my friends, feelin' kinda low, I was sitting on a fence . . . En la jato del “Chato-Mario” . . . siempre hay tono. Lo mejor era que sus viejos viajaban mucho y lo dejaban a cargo de su hermana mayor, quien aprovechaba para quitarse al depa de su novio y pernocchar ahí –una con una pe mi querido Renato-, -Veste “Chato-Mario”-, -oe manya que te presento a una amiga: Carmen-, -hola-, -hola-, -me han hablado mucho de ti-, -ala qué miedo-, -no, pero no te preocupes, no es nada de malo, vacílense, ya sabes Renato cómo es-, -sí, no te preocupes, yo le explico-, -tengo que atender a los demás invitados, permiso- bueno la entrada al tono, previa invitación, tenía dos vías, o bien portarse con la chancha o traerse un trago, por mi parte, yo no pagaba entrada, ya que el Javier me cubría esta vez –mira el primer piso es pa los baila’ores, y los que quieren chupar, el tercero es pa los lanza’ores, ahí siempre aterriza mi nave-, -¿y el segundo?-, -ese es pa las parejas-, -ah ya-, -están los cuartos, los quintos y los sexos-, -y allí es donde el Javier me espera-, -sip-, -bueno, será mejor que suba entonces-, -te acompaño-, -no . . . déjame jugar. . . sola- . . . I feel - so high, dancing - all night, you blow - my mind 'cos you're - so fine . . .

Honestamente considero que tengo un falo standard, lo malo es cuando hace frío o me emborracho demasiado ya que no pasa nada con el mismo. Carmen llegó a ganarse de mi debilidad y simpleza cuando una tarde no coloqué el cerrojo a la puerta del baño y no sé si lo había hecho a propósito o por inercia, el caso es que abrió y me vio, aunque sinceramente, no debe de haber visto casi nada, bueno vamos, no estaba tan pequeño tampoco. La joda llegó cuando su madre que había venido del mercado –a ver Carmen, invítale unos manís al joven- me miró y se echó a reír, tanto que le salieron hasta lágrimas, yo puse una cara de palteado, pero asolapada nomás con una sonrisa piolín, aug, solito caigo caaraajo.

Esa noche Javier estuvo tan feliz, que chupó como si hubiese clasificado al mundial, realmente no sé por qué pero le hacía feliz el saberse ganador del "sí" de Carmen, es que muchos deseaban ello, algunos habían logrado una noche de agarres, pero jamás se conocía que hayan "estado" con legalmente con ella, porque Carmen era muy difícil y muchos patas le tenían un respeto que lindaba con el miedo -no 'on de agarres no se pasa con esa flaca, porque hoy agarra contigo y mañana . . .- ahora el temido y respetado Javier podría jactarse de eso, y adornarlo aseguraría una muerte muy dolorosa. Yo también, no puedo negarlo me la pasé chupando esa noche, y para ponerme suave, un par de tronchos, es que no podía creer cómo esa ona le había dado el "sí" a tremendo idiota, y encima el muy baboso, con segunda, lo sé, viene y me agradece, pendejo, yo sé que tú sabes, caaraajoo ¡me quiero quitar de este bullicio de mierda! –“Otaner”-, -Carmen-, -oe, ¿qué haces allí?-, -nada, hueveando, tratando de ver algo de tele-, -¿los teletubies?-, -ahh, no, no taba haciendo zapping- se sentó en la cama, a mi lado –¿y el Javier?-, -abajo, chupando, con sus “patas”-, -ah-, -¿y por qué no estás abajo?-, -no, puta que esa huevada no me vacila, yo prefiero lanzar-, -sí pero tas con un tufaaazo-, -no, ja, ja, ja, ap- me está besando, en verdad ¿estamos agarrando? ta que rica lengua, será bueno acariciar sus senos, fácil que se paltea, estuve levantando mi mano izquierda rumbo hacia su pecho derecho, pero me contuve, no, mejor no, aun así, al parecer ella se ganó, carajo esta ona se gana con todo, y dirigió mi mano hacia su seno, siempre por encima de su ropa, continuamos besándonos, cuando estábamos por echarnos –ta mare con estos ones, ensuciando mi baño y el de mis viejos espero que no esté tan . . .- volteamos y el “Chato-Mario” sonrió, cerró ambos ojos y luego nos lanzó una mirada compresiva, terminando por volver a cerrar la puerta, alcanzamos escuchar un –flacas, saben qué, a mis viejos no creo que les vaya a gustar . . .- One more time... One more time, We gonna celebrate, Oh yeah, all right Don't stop dancing, One more time... One more time, We gonna celebrate, Oh yeah, all right, Don't stop dancing . . .

Road trippin’ with my two favorite allies, Fully loaded we got snacks and supplies . . . Recuerdo como inició la tarde más hermosa que pasamos, nos habíamos sentado en su azotea a lanzar. Su vieja estaba en una reunión, su hermana, durmiendo en su cuarto, con la skan en su punto y el sol de media tarde no quemaba sino que dejaba pasar una fresca brisa que se llevaba los cabellos de Carmen, y un poco los míos en diferentes direcciones, pero siempre hacia el oeste. Ella se echó sobre mi panza, le acaricié los cabellos, se le notaba tranquila, cerró los ojos, y se acurrucó en mi pecho, cómo me gustaba enredar mis dedos en sus cabellos –te los voy a orquillar-, -no, tú haces que ellos estén sanos- ¡qué paz se sentía aquel jueves por la tarde!, algo que no había vivido jamás con nadie –yo tampoco- ella me había salvado, tú me has salvado "Otaner". . . just a mirror from the sun, Just a mirror for the sun . . .

Cuando empezó a correr más viento, y por consiguiente a hacer un poco de frío, tábamos con ropa de verano -vámonos al mueble pa' ver que están dando en Mtv-, -sí, ya empiezan los 10 más pedidos y quiero grabar el video de Coldplay-
CHICO SUBJUNTIVO
Hola, soy el chico subjuntivo, como pa resaltar el título, si, así me he denominado, es que realmente no vivo en mí, y es que nadie quiere vivir en sí, aunque mi flaca dice que vivo en fa, yo no lo sé, me encanta eso de soñar, y soñar despierto hace daño, despertarte es peor que la resaca o la bajada, aún más cagón que la revotada, no, no te sientes mierda, te sientes peor que eso, tanto que como el verdadero nombre de Dios, ni siquiera existe denominación

Odio cuando mi padre, sí ya saben quien es, no termina de contarme nada, y ya empieza por otra cosa, yo sólo quería saber sobre la flaca de esa foto que encontré en un libro de Hermann Hesse, hablando de flacas, cómo quisiera que mi flaca hubiera sido la de esa historia, a veces, antes de dormir, es que sufro de insomnio, y como me demoro demasiado, como en el sexo, me demoro demasiado en todo, empiezo a soñar despierto, cómo hubiera sido si yo hubiese sido mi viejo, y él yo, no, eso no, realmente no, no le desearía ser yo, sólo a mi peor enemigo, vamos, quien mierda, quisiera ir por allí soñando con ser mi persona, pero pienso que sí la persona o las personas que yo sueño que soy cuando no tengo sueño

No es tan difícil, tampoco sueño con ser Bill Gates, agg, no, no pasa nada, sueño cosas más humanas, quizás más de hombre, o de artista, porque el fútbol también es un arte, pero no sólo el arte de Ronaldinho, sino que también el de algún músico de estilo fusión-confusa y semifusa, o ser un escritor famoso que tenga chongos con el gobierno de su país, su país lo haya traumado, o simplemente joda y joda a su país; y que luego se lleve el Nobel por su literatura de testimonio, bueno aún no logro tener chongos con mi país, pero desde chibolo los he tenido, en el jardín, por ejemplo, un pata que se acordó que habíamos estudiado en el mismo jardín, me dijo que si me acordaba cuando paraba en la dirección por botar el mandil de las chibolas, o las mesas, o ponerme a dibujar en vez de hacer caso a lo que la maestra decía, y de hacerle preguntas mordaces, mierda, le dije, cómo chucha te acuerdas de tanto, luego me dijeron que era gay, no es que tenga nada contra ellos, pero please no me afanen, he sufrido tanto para estar con mi flaca, para que venga alguien a joderme, diciendo que en vez de haber perdido tanto tiempo, hubiese ido con él y se hubiese convertido en ella o algo similar, por mí, si es que lo quisiera, puta mare, que miedo, no tío, no es por ética, sino por estética

Es una pena que uno se tiemple de la persona que no le da bola, así es el ser humano, le gusta joderse la vida, puta mare, no me van a decir que nunca les ha pasado, incluso con la pareja actual, a veces nos preguntamos, si detrás de tanta bronca, quedará algo de amor, o si alguna vez había existido, o sólo fue un reto, que se convirtió en costumbre, y es que es eso, y eso es con todo, mis sueños, no sólo son mis amores frustrados, sino que representan todos esos deseos que quisiera se hiciesen realidad, pero que sé que el día en que se materialicen, morirán, y prefiero que vivan así sea en mi mente, de allí nadie los podrá sacar nunca, hasta que surja otro deseo más fuerte, sí allí permanecen en busca de que las rescate, no de un dragón, pero sí del olvido, cada flaca que me gustó y que jamás tuve los huevos de mandarme, pero lo peor, es cuando lo haces, y luego te ganas que no pasa nada, y salado pe, mataste la ilusión

A veces es mejor ello, así murió mi música, y eso que yo me ufanaba de decir que toda la vida había sido una persona muy musical, melómano no es músico, aunque un músico puede ser melómano, no creo que exista aquel que se considere amante de la música sin amarla fetichistamente, ahora que es tan fácil poseer toda la música bajándola, puta que cuando tenía el Ares, en pretérito, porque ahora que le entró un virus a la compu y la terminó de cagar a mi chanchita, ni más carajo, a freezearla, aunque me quede sin mi música y a falta de ganas de expresarme en público con mis temas propios, imaginarme que soy un famoso cantante, al menos a nivel nacional, que se está presentando en el Bonus track, Lado B, Lado A, nunca he entendido a que mierda se refiere ese huevón del Jammin con esos segmentos, pero lo que sé es que los cantantes que se presentan tocan covers y la deben pasar re-bien alucinándose por un momento John Lennon, Kurt Cobain o Alanis Morissette, o haciendo esos especiales justo de mi música fetiche: The Beatles y Los 90’s, puta mare, siempre, cuando aprovecho a soñar despierto, alucino, yo no sé porqué, si es que me cae tan mal ese imbécil, que estoy en su programa, interpretando, cual si fuese un cantante conocido: She’s leaving home, While my guitar gentil weeps, Starring over, Something; o sino, Fake plastic trees, Criminal, Hand in my pocket, Mmmm, mmmm, mmmm, mmmm, a buen entendedor pocas palabras, y más música

Sí, o sino me imagino tocando con alguna de las tantas bandas integradas por mis patas, y por músicos que he conocido a través de mi vida, que sé que un su puta vida irían a tocar junto a mí, pienso cómo sería cuando Claudio Pizarro me entregase la lengua, de Mtv, tranquilos, calichines, aunque si fuese flaca, no lo sé, pero ya que chucha, bueno una de las tantas que recibiera por mis álbum debut, y luego las giras, por todo el mundo, y el Internet que es nuestro principal medio de difusión, ah que alucinante el ser un músico, que la gente te vea por la calle y te pida una firmita, firmar senos, y todo lo demás, pero sobre todo el masterizar, recargar y revolucionar la música, ah, y que la gente se pregunte, hey que hará ahora este huevón en el siguiente cd, cual será el next step, pucha que tengo toda una discografía en mi cabeza

No, no pero, mejor es el de hacer películas, sí, también soy cineasta, no, no cineasta no soy, director de cine, como tampoco escritor, literato señores, y nada que ver con músico, bueno eso sí, pero prefiero el de cantautor, bueno a lo que iba, la primera película, basada en el único cuento en que en realidad poseo, y que quisiera en realidad convertirlo en guión pa ver que sale, aunque no lo sé, lo que sí sé, es como hacer para encontrar a una chibola hermosa de 14 años (que rico una nínfula), quien decida hacer escenas de desnudos, pero no sólo eso, sino relaciones sexuales y para ser más específicos, de coito, o sea que tiene que ser una chibola con demasiada experiencia, ah, a ver, bueno, no, no creo que sea tan difícil, no, ahora la chibolas tan tan mandadas, cómo no me tocó una shiji, ay, cómo me alucinan las orientales, o las que se asemejen, en otra locura de sueño, en realidad, no sé que chucha soy, pero lo que sí sé es que había decidido tener como mínimo un hijo con mujeres de diferentes etnias: una chinita, negrita(o), rubia(o), latino-peruano, por no decir otra palabra que no sé porque la gente toma a mal, si todos somos algo así como, ya que mierda, cholo, pe, cholo, con una chola, o al menos que sea trigueña, tampoco va a ser una Jacinta pe; Chabuca, peor tío, me pasa el Sillao y me manda mandar Chaufas pa todos
El caso es que ellos crecían juntos, sí, tendría una familia Benetton, ah que bonito, pero lo mejor, es que era un viejo, así chévere, o sea dejaba que mis hijas adolescentes llevaran a sus enamorados a su cuarto y eso, bueno prefiero que lo hagan en casa a que en algún carro incómodo o cuarto de telo al paso, cuando en la vida real les comenté a mis patas sobre ello, ellos me mandaron a la mierda, me dijeron que iba a ser un gran huevón que iba a deshonrar a mi apellido, pero cuando les pregunté si dejarían a sus hijos con sus flacas, me dijeron que ahí era normal, que incluso les prestarian los jebes, y luego le dirían a su vieja que prepare un aguadito, porque su hijito había perdido sus energías, eso es lo que pasa cuando trasladas tus sueños al plano conciente de la puta conciencia colectiva, por eso fracasó el socialismo, no se puede obligar bajo la bandera de justicia e igualdad, que todos pensasen igual, no cholo, ahí si que tamos mal, y peor acá en mi rico país de Jauja

Y es que así pues, éste es el mundo, nuestro mundo cotidiano: el Perú, país de choros, de pendejos, de sobones, de falsificadores, de botado-creído-atorrantes; pero sobre todo de machistas, yo no me salvo también tengo mis arranques, los celos son mi principal flaqueza, pero muy aparte de ello, sin huevadas, mejor no generalizo, y lo hablo a nivel de Trujillo, y es que vivir en esta ciudad huachafa, tan huachafa que se alucinan Las Vegas, la ciudad más Kitsch que la mente humana haya edificado, no jodan pero es que en verdad, los dueños de los casinos son tan pero tan ignorantes que ponen una Estela Raimondi como símbolo de Chan-Chan, ta q tan por pinga esos huevones, moldean una “Nereida” porque ése es su mejor apelativo, no “Sirena”, sirena originalmente son mujeres mitad Ave - mitad humano, y ésta si que es bien extraña, puesto que se maneja un tremendo culazo y rajaza, yo siempre me pregunté cómo mierda se podía tirar con una de ellas, si al final de cuenta la parte de abajo era de pez, tendríamos que vaciarnos fuera, y ni siquiera podría denominarse coitus interruptus, por dos sencillas razones, no sería coito, sino mas que una sencilla paja manual o rusa (tienen tetas, no) y/o sexo oral, y no sería un medio contraceptivo, sino más bien en pro de la procreación ya que los peces se reproducen así, no sé pues hay que respetar que en gustos y sabores y colores y humores y sudores, no han escrito los que han empezado hablando cojudeces como yo, el típico cojudo literario

Bueno siguiendo con mi rico Truxi, aún no puedo entender ese monumento a los 100 años del colegio Santa Rosa, qué mierda es, un obelisco con una esfera terrestre en la punta, un tributo a lo que dejaron pasar las monjas o por exigentes mejor se fueron con el que todo lo puede, orita me cae un rayo, o se cuelga la compu, y como no he grabado nada, me cago y bien enmierdado, bueno el caso es que su ubicación tampoco es la más propicia, acaso no debería estar en el centro, lo ponen por ahí como cualquier huevada, lo que es, con los árboles tapándola(o), gracias madre naturaleza, y en el óvalo Larco, qué chucha hay, nada, ni mierda, sólo por las noches una sarta de drogos huevones hijos de otros huevonazos con plata o algo que malgastan su vida pensando que siempre van a tener un viejo que les avale sus repetidas de promo, tremendo conchadesusmares que se queman el pecho con la pavas, probando qué, enséñales tu cerebro, no tu cenicero torso, como si eso fuera sexy, y si nos vamos más allá, sin huevadas eso que viven por ahí, son los más cojudos, que lograron con esa basura y pérdida de plata llamada alameda de la cultura, que cultura va a ser esa tremenda huachafada, quien habrá sido el pendejo-sub-normal que ideó todo eso, y peor ese puente de por allá del óvalo Mansiche plagado de drogadictos, y alejado de los transeúntes, quienes debemos cruzar la pista para recién llegar hacia eso, pero quien mierda puede cruzar por allí sin pagar el peaje impuesto por los pastrulos que lo habitan a penas se devalúa el día, Lo peor que queda frente a uno de nuestros orgullos la facultad de Medicina, de la UNT por supuesto, no vayan a pensar que del centro superior de ese ignorante que ni hablar sabe, si ese que tiene un huevo de universidades y ahora pretendió apoderarse por unos peldaños del Perú, que pobre y triste iluso, igual que yo, pero al menos no soy un ignorante de mierda como él

Con todo esto, como no voy a querer vivir en un sueño, mismo Alan, sip, es que luego de darme cuenta que la realidad es una gran mierda y que el camino a casa tan corto cuando imagino que soy un dj de una tal Radio Va-lternativa, que pasa todo lo que no pasan las demás radios chuscas como Studio 92 que siempre pone esas mismas 21únicas cada dos horas, y encima cioncas de hace ufffff, bueno fuera como Zeta ellos se especializan en su música para yuppies antes subtes-undergrounds-terrucos de peinados astalaswebas, que ahora se denominan 80teros, y eso, por favor, esa webada de Studio 92 es como la Fm 96 pero a nivel de Lima pa todo el Perú, donde mierda está la Stereo Norte que en los 90’s nos arrullaba cada tarde al hacer las tareas, y no te quitaba el insomnio pero por lo menos te hacía pasar un buen rato con igual nivel de música; y por qué mierda no llega Doble 9 a Trujillo, la prefiero a Zeta, bueno a cualquier radio; es lo único que diferencia (entre otras cosas) Lima de Trujillo

Pero no sólo antes de dormir o lateando sueño, mis sentadas en el trono que cada uno atesora en casa y que sí, hasta Nicole Kidman va al suyo, no, lo pitucos de Trujillo, no, ellos no defecan, es que ellos no tienen ano, al sentarme en mi trono que fungía de biblioteca a veces, otras de hemeroteca, y en diske ahora, sólo pretéritos de pajateca, a veces me aburría de leer ya que no me concentraba y para ayudar a mi organismo imaginaba que era entrevistado por alguna cadena internacional o algún programa peruano, ya sea como literato, músico, director de cine o director técnico de fútbol, ah también director de mi propio cole-alterno, donde se impartía el tipo de educación que quisiera hacer yo, esa que no aburriese y done impere el arte, no sólo el de morirse de frío en invierno, sí, me entrevistaban a veces en inglés, y es que como debía practicar el idioma extranjero pa no forgotearlo pe
Cómo desearía a veces tener como una cámara tipo matrix, donde me pudiese meter cada noche, programar el tipo de sueño o el personaje que quisiera ser y que también me despierte a la hora indicada, pa la mediocridad de las clases, y creo hasta llegar a afirmar que en el fondo todos deseamos ello, tanto ustedes como yo, el ser humano siempre va a tener la necesidad de soñar, ahora que lo veo bien, todos los días programaría una flaca diferente, no te preocupes amor, sólo en sueños, y claro cuando tú como siempre respondas a mis locuras eróticas con la frase número uno de las mujeres: estoy cansada (entre otras claro, mujeres y mujeres y sueños con esas “otras” mujeres) y como tengo el espíritu machista (dudo que a causa de mi padre) atrapado en mis genes, y por más que trate no pueda lograr vencerlo (ojo que a veces hay mujeres machistas también, y ojo que el feminismo, es ponerse al nivel del machismo, mujeres demuestren que son más inteligentes que nosotros, pero vamos DEMUÉSTRENLO) no, esa cámara sólo la podría utilizar YO

Así que espero no haberlos aburrido con estas cojudeces y/o huevadas que suelo escribir y a veces comunicar de manera oral en mis ya ultra-conocidos monólogos en mi trono, o rumbo a la universidad o a algún lugar, como para no sentir que estoy acá, sino allá, de donde sé que pertenezco y en donde quisiera permanecer (hablo de mis sueños, no confundan peee)